martes, 7 de marzo de 2017

Comercialización



Comercialización


La oferta que grupo Calvo aporta al mercado tras 70 años de experiencia busca satisfacer las necesidades que los consumidores actuales demandan en el mercado de la alimentación. Ofrecemos una amplia gama de productos en los envases más prácticos y cómodos fomentando la funcionalidad y que nuestros productos guarden todas sus propiedades nutricionales.


Nuestras tres marcas principales Calvo, Nostromo y Gomes da Costa son primeras marcas en sus mercados -España, Italia y Brasil-, están presentes en 70 países y son consumidas por más más de 500 millones de personas en el mundo. En la actualidad, el Grupo Calvo cuenta con más de 800 referencias activas en su portfolio de productos.

Hoy, los atributos y el posicionamiento únicos de cada una de nuestras enseñas permiten al Grupo Calvo ofrecer al consumidor la gama más completa de productos. El menú que ofrecemos no sólo cuenta con productos del mar como el atún, las sardinas, los mejillones, los productos congelados o los calamares en conserva, sino también ensaladas, platos preparados, patés, rellenos, hamburguesas, pizzas y otras especialidades en las que grupo Calvo apuesta desde su área de Investigación y Desarrollo para aportar al mercado una amplia gama de productos pensados en la salud de nuestros consumidores.

Nuestros esfuerzos también se dirigen al sector de la hostelería. Por eso fuimos los primeros en introducir la bolsa flexible como envase, primero para el atún y otros transformados del mar y después para los platos preparados.

El Grupo Calvo busca satisfacer las necesidades existentes y adelantarse a las nuevas demandas ofreciendo siempre la mejor calidad para una alimentación y vida saludable.

domingo, 5 de marzo de 2017

Flota del Grupo Calvo



Grupo Calvo cuenta con una flota propia compuesta por 7 buques atuneros, 2 buques mercantes y 2 buque de asistencia.


Realizan sus capturas de especies tropicales:en aguas ecuatoriales internacionales y en países ribereños tanto del Océano Atlántico Oriental (Angola, Cabo Verde, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Gabón, Mauritania, Sao Tomé y Príncipe, Senegal y Sierra Leona) , del Océano Pacífico Oriental (El Salvador), y en el Océano Pacífico Occidental (Kiribati y Tokelau).









Cuando los buques salen de puerto, utilizan diferentes técnicas de localización de los bancos de atún, desde los prismáticos a los equipos electrónicos.La técnica de captura es denominada cerco de jareta, que aprovecha la tendencia de los atunes a formar cardúmenes. El buque, mediante un barco auxiliar denominado panga, rodea el banco de atunes con una red. El barco cierra el arte y lo recoge tirando de un cable que pasa por las anillas que la red lleva en el fondo. Una vez formada la jareta (saco), el atún es subido a bordo mediante los salabardos. La maniobra completa de pesca se denomina largada.


Los períodos de pesca se dividen en intervalos de tiempo, desde que el buque sale de puerto, hasta que vuelve con las bodegas llenas de atún. A esto es a lo que denominamos una marea.

Cronología


Evolución en la conservación


1795 — El ejército francés ofrece doce mil francos a quien encuentre una manera de conservar los alimentos y que puedan ser transportables.


1804 — La Marina francesa comprueba que el método ideado por Nicolás Appert de conservación mediante el calor funciona.


1810 — El método de Appert es aprobado, y ese mismo año, el francés nacionalizado inglés Peter Durand cambia los frascos de vidrio por las latas de conserva.



1812 — Durand vende la patente de las latas de conserva a los ingleses Bryan Donkin y John Hall, quienes ponen en marcha la primera fábrica de conservas.


1830 — Las primeras latas de conserva aparecen en las tiendas inglesas.


1852 — Un sobrino de Appert, el físico Raymond-Chevallier inventa el autoclave, que permite calentar a presión y acelera y mejora la esterilización de los alimentos.



1855 – El inglés Robert Yeates inventa el abrelatas. Hasta ese momento, las latas se abrían con un cincel y un martillo.



1860 — La empresa Reckhow & Lame, de Nueva York, crea la primera etiqueta en color para que las latas sean más agradables, a la vista de las desnudas que se vendían al ejército. En la etiqueta había unos tomates verdes y rojo sobre un fondo azul.

sábado, 4 de marzo de 2017

Un poco más de historia



Nicolás Appert fue un pionero y precursor de los nuevos métodos de conservación de los alimentos fue , quien se hizo famoso durante las guerras napoleónicas. Appert concibió la idea de llenar frascos de vidrio con alimentos sometidos al calor y luego cerrarlos herméticamente. Su método tuvo tanto éxito, que Napoleón le dio un premio por su trabajo.


A los pocos años, Appert instaló una fábrica de conservas, ubicada en un terreno de una o dos manzanas, donde cultivó arvejas y habas verdes para destinarlas a la conservación. En una sección se hervían varios productos alimenticios en un enorme tanque de 200 litros, y en otra los frascos se llenaban y sellaban. Finalmente, los frascos llenos se sumergían en otro tanque y se volvían a calentar.


El corresponsal de un periódico, que visitó la fábrica, declaró: “El señor Appert ha encontrado la manera de detener las estaciones. Con él la primavera, el verano y el otoño viven en botellas como plantas delicadas que el jardinero protege bajo cubiertas de vidrio”.


La expresión puede parecer algo exagerada, pero había mucho de verdad en ella.La naturaleza da pocos alimentos frescos en invierno y antes de que se iniciara el envasamiento de éstos en latas y botellas, los precios de los alimentos de invierno eran siempre muy altos.


Al llegar más abundantes provisiones en primavera y verano, los precios bajaban considerablemente; luego, cuando se acercaba el otoño, las provisiones empezaban a escasear otra vez y los precios aumentaban, por ello, nuevamente, Pero hoy día las conservas mantienen los precios bastante uniformes durante todo el año, porque las frutas y verduras de la primavera, verano y principios del otoño son tan accesibles en invierno como en cualquier otra estación.

viernes, 3 de marzo de 2017

Un poco de historia.....



Desde los inicios de las grandes y largas exploraciones en barcos, apareció una enfermedad que atacaba a los marineros conocida como escorbuto, y dejaba casi sin efecto los planes reales de dichas exploraciones, hecho que preocupó a los médicos de la época que intentaron encontrar una solución, pero fue la idea de un cocinero francés quien encontraría una solución definitiva envasando los alimentos en latas.
 




Desde hace miles de años, los hombres se enfrentan con la necesidad de conservar los alimentos. Generalmente, éstos se descomponen con rapidez, se ponen agrios y toman un sabor desagradable. Para preservarlos por largos períodos de tiempo y evitar que los pueblos pasaran hambre durante los largos meses de invierno, se introdujo la costumbre de secarlos, salarlos y ahumarlos.




Pero una dieta que consiste sólo en alimentos conservados es poco recomendable. El militar francés Napoleón Bonaparte se dio cuenta de lo importante que era alimentar en forma adecuada a los hombres de su ejército. Entonces, ofreció un premio de 12.000 francos para aquel que inventara alguna forma de mantener los alimentos frescos durante un período de tiempo prolongado.
 




En 1795, el inventor francés Nicolas François Appert se puso a trabajar para resolver el problema. Sabía que el biólogo italiano Lazzaro Spallanzani había demostrado que la carne no se descomponía si se la hervía durante un rato y después se la conservaba herméticamente cerrada. Appert ideó entonces un sistema para aplicar ese principio a gran escala, calentando carnes y verduras y guardándolas después herméticamente en recipientes metálicos o de vidrio. Su sistema representó el comienzo de la industria de conservas.




Sin embargo, a pesar de las precauciones que se toman, los alimentos pueden contaminarse aunque se encuentren en latas selladas o conservados en frío dentro de la heladera. Los agentes contaminantes pueden ser de origen biológico, como los hongos, los parásitos y las bacterias, o químico, como el plomo y el mercurio.
Nicolás Appert


Las consecuencias de la contaminación alimentaria son variadas. A menudo se trata de una simple intoxicación que se cura en unos pocos días, pero en algunos casos es necesario realizar un tratamiento prolongado.


 
Nicolás Appert, inventor de las conservas alimenticias, era natural de Chalons-sur-Mer, donde nació en 1749.


jueves, 2 de marzo de 2017

De toda la vida....


TRADICIÓN 


Desde la edad antigua


Se han utilizado numerosos métodos para la conservación de alimentos podemos empezar por nombrar los más rudimentarios...

  1. vasijas de barro colocadas en lugares oscuros y secos.
  2. envueltos en sustancias como grasa, aceite o vino e incluso en salazón.


Los inicios de la conserva que conocemos hoy en día se remonta a 1795, cuando el pastelero francés Nicolás Appert abrió en París el primer negocio de conservas de la historia.

 Anuncio de Appert   de la época 



Appert, dejó atrás su trabajo como cocinero y destilador y se pasó 14 años, cocinando parcialmente los alimentos y guardandolos en botellas de vidrio grueso, con boca ancha, cerrada con tapones de corcho, asegurados con alambre y lacre (para asegurar su contenido) y que luego hervía por más de 12 horas en el agua. Nicolás, observó empíricamente que, los alimentos, se mantenían sin alterar por largos períodos de tiempo, conservando todas sus características organolépticas.